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lunes, 12 de noviembre de 2012

Noviembre.

No me gustan los días grises. O sol espléndido o lluvia torrencial; o blanco o negro. Nada de dormirse en un término medio. Pero yo... yo me he dormido... el verano me cerró los ojos y el otoño acaba de despertarme. Como en un sueño, he rodado sin control sobre la hierba y ahora las manchas no salen. No recuerdo en qué momento decidí dejar de pensar, no recuerdo absolutamente nada. Y una voz en mi cabeza me repite todos los días:  estarás contenta, ¿no?  Yo, callada, recapacito y me doy cuenta de que no se puede estar peor.

He tocado fondo y me he dedicado a seguir cavando mi propia fosa. He gritado muy fuerte para no escucharme a mí misma pidiendo ayuda. He corrido en dirección contraria a lo que pedía el cuerpo. Me he sentado a mirar, como una espectadora más, la película de una vida que lleva mi nombre. Y ahora que todo está roto y sin brillo me despierto para arreglarlo y colocar cada cosa en su sitio.
Porque el en fondo, nunca me he ido.

I'm the hero fo this story.
I don't need to be saved.

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