Vistas de página en total

sábado, 24 de septiembre de 2011

You're gonna go far, kid.

Vas a llegar lejos, niño.
Hay cosas que están mal:
saltar encima del sofá, cruzar sin mirar, reirse del mal ajeno, comerse el colacao a cucharadas, pisar el césped, fumar, morderse las uñas...
Pero, ¿mentir?

Mentir es gris; es feo.

Puedes decir que mientes para protegerme, 
y que a veces las mentiras no son mentiras... son amor;
pero eso no te lo crees ni tú ni nadie.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Caprichos de Morfeo

Camino a oscuras. Ni muy deprisa, ni muy despacio. ¿Por dónde? A saber, hay dunas de arena inmeeensas que cambian, como en el desierto, pero hace más frío que en el Polo Sur. No hay luna llena porque sencillamente NO hay luna, alguien la ha apagado al irse a dormir. Tampoco hay estrellas, ni sol ni nubes. El cielo es negro como la boca del lobo. 
Estoy sola, qué bien... ¿dónde te has metido? Subo a una duna, para ver si te veo y me aclaro, pero cuando llego a la cima, cambia su forma y yo ruedo por la arena congelada sin control.
Caigo en un rosal, hermoso de lejos, pero peligroso si confías y te acercas a él.
Yo estoy demasiado cerca... tanto, que las rosas me susurran cosas que no consigo entender... 
Me ponen nerviosa. Te busco y no estás.
Las rosas se callan de golpe y me pichan en los dedos de los pies, se me enredan en el pelo y se enroscan en mis muñecas. Se me clavan en la piel; están muy enfadadas y ahora gritan cosas feas pero ciertas.
De repente se oye un zumbido suave que se va haciendo profundo y 1000000 de moscas asquerosas aparecen de la nada. P-U-A-J. Me envuelven con su zzzzzzzzzz me agobian. Intentan poner huevos en los cortes que el rosal ha dejado en mi piel...se posan, vuelan, se posan...... me están volviendo loca !!!
Me muero del asco. ¿Dónde coño...? 
Apareces de golpe. 
Me dan ganas de gritarte que te odio, que por qué me dejas sola, que por tu culpa soy un criadero andante de minimoscas que mañana se posarán en tus donuts de chocolate y no habrá quien te aguante si no desayunas nada. Quiero gritarte tantas cosas a la vez, que las resumo en mi mano e intento pegarte un bofetón de los que suenan, porque te lo has ganado. Pero mi mano te atraviesa la cara como si fueras de aire. Pruebo otra vez... nada, eres aire. 
Me miras desde muy cerca y sueltas :
'Caperucita, hay que comprar jarabe para la tos y el periódico de hoy; son las 7 de la mañana (las 6 en Canarias) y algún día te querré. No me sigas donde no puedas encontrarme...y si te vas no vuelvas a buscarme. '

Me quedo de cera. 
¿Que no te siga? ¿Que es eso de ''algún día''? Algún día no me sirve , tiene que ser AHORA. AHORA MISMO. YA. No quiero escucharte decir lo contrario! No termino de entenderte...cuando dices lo de....  EH! ¡Espera, quédate! 
Yo grito muy fuerte, pero tú te vas riéndote a carcajadas.

Definitivamente, 
la mezcla de  RED BULL + chilli picante +  antes de dormir me altera hasta decir basta.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Cuando EL-ARTE no es joderse de frío

Castañuelas y gitanas.

Claveles y volantes.
Abanicos y romería.

Andalucía.

Existe un lugar en el mundo donde la gente se ríe más de lo habitual, donde el gazpacho sabe mejor y donde los caballos corren por la arena dorada. En ese lugar tan alegre, el sol se pone muy tarde, hacia la medianoche, pero la luna no se va hasta mañana por la mañana. El aire huele a rocío y las niñas morenas bailan y cantan con el alma subidas a un tablao flamenco. Hace calor, sí, pero un abanico lo puede arreglar.
Sí nunca has estado allí, no sabes lo que te pierdes.
Si alguna vez estuviste, sabrás de sobra que si le eshas una mihita de sal y los avios ar pushero, y si le dá un bushito, te librará de un babushaso y una soleá ante de arrancarte por bulería..


Que el salero que tiene esta gente es sobrenatural, increíblemente envidiable.
Que les escuchas hablar, les ves bailando sevillanas y dices...
OLE, ojalá yo lo hiciera la mitad de bien que tú.
Que 17 años veraneando en mi Huelva, quieras que no, te dejan una huella muy dentro., y entonces te das cuenta de que EL-ARTE no es joderse de frío.