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domingo, 13 de enero de 2019

Sobremesa

Para mi padre 

Escucho cuando rompe la naranja como una explosión de vida y tú giras los ojos hacia el cielo y entonces me doy cuenta de lo vulnerable que soy cuando me alejo de alguien. Podría lanzarme a los leones por ti y sin embargo prefiero contestarte que no me importas. Se me envenena la lengua con confianza y con confianza te digo que no he visto más templanza que la tuya en el sufrir, más calma a la hora de afrontar. Nunca he entendido tu manía de llamar sin responder ni el final de tus ojos chinos de piedra iguales que los míos. Creo que eres como esa naranja que te estás comiendo: una piel dura por fuera y un montón de vida por dentro.

lunes, 7 de enero de 2019

Yo no tengo la culpa


Sé que dejé mis ruedas 
marcadas en tu pecho 
cuando me fui 
y yo no tengo nada en contra de ti, pero 
no me gusta como hieres. 

Si no puedes ver mi huella 
porque la venda te pesa cien kilos, 
si no puedes mirarte y verte 
sin un espejo,
si no puedes robarle a tu orgullo 
un segundo de tregua;

si no puedes hacer nada de eso, 
entiende que para mí 
ojalá te vieras 
como yo te veo.